Atrás quedó el tiempo en lo que la vida y las decisiones, en su mayoría, estaban en manos de otros: nuestros padres, docentes y demás adultos. Ahora, cuando ya se es mayor de edad y se ha empezado la vida productiva, en muchas ocasiones nos asaltan una gran incertidumbre acerca de lo que nos espera en el futuro, el cual es bien incierto y adicionalmente nos genera una serie de temores, entre los que es necesario atender, está la necesidad de trazarse un proyecto de vida o como también se le llama plan de vida, para pensar cómo será ese futuro y cómo hacer para construirlo muy próximo de cómo se ha soñado.
Entonces sabiendo esto, podemos definir el plan de vida como un esquema que nos permite aclarar los objetivos y las metas que queremos en la vida; sirve para definir los pasos que se deben dar para alcanzarlas; por lo que debe estar basado en el conocimiento e información de nosotros mismos, conociendo tanto nuestras fortalezas y debilidades internas, como también las oportunidades y amenazas del entorno.
En este año 2019, cada día es un nuevo capítulo y una gran oportunidad en tu vida para lograr las cosas que realmente quieres y convertirte en esa persona productiva y feliz que siempre has querido ser. Pero para muchas personas su prioridad es tener económicamente un futuro asegurado que les permita cubrir sus necesidades básicas, la de los suyos y disfrutar de otros placeres, pero si bien esto es cierto, por encima de ello existen otras prioridades importantes que el ser humano debe tener en cuenta las cuales generan una gran estabilidad física y emocional, no solo consigo mismo, sino, con sus semejantes y su entorno.
Para poder elaborar un plan de vida bien definido entiendo que debemos aceptarnos a nosotros mismos como somos, seres humanos con errores e imperfecciones de las cuales siempre se puede aprender, mejorar y corregir.
Los beneficios de tener un plan de vida son numerosos y muy importantes para el desarrollo y cumplimiento de las metas en nuestras vidas. Planificar, ordenar y priorizar los pasos que se deben ir dando, nos acercan al desarrollo y satisfacción de nuestros objetivos.
¿Por qué es importante que tener uno?
Porque tener metas claras, con dirección y temporalidad nos ayudarán a ser más productivos, desechando y descartando aquellas cosas que requieren un esfuerzo doble pero que no obtenemos los resultados que necesitamos para seguir adelante. En definitiva, simplifica nuestras vidas para conseguir centrarnos en lo importante y prioritario en la vida.
La finalidad de un plan de vida debe dar respuesta a preguntas, tales como:
¿Cómo te visualizas a final de año o dentro de 5 a 10 años?
¿Cómo cambiará tu vida si lo consigues?
¿Qué hay detrás de esa meta? Es decir, ¿cuál es el propósito?
¿Qué metas te propusiste y lograste?
¿Qué harías mejor o diferente?
¿Cuáles serán tus estrategias para lograrlo?
Con las repuestas a estas preguntas debes tener en cuenta un detalle imprescindible que no debe quedarse y es: la motivación en tu plan de vida, es muy importante, porque muchas veces limitamos nuestras metas a lo que espera nuestra familia, amigos o sociedad de nosotros mismos. Un proyecto de vida es personal e intransferible, ya que cada persona se encuentra en una situación única y exclusiva, por lo que debe partir de una motivación intrínseca para poder iniciar el mismo.
Tips para crear un proyecto de vida:
1-Realiza un esquema o mapa relacional: A la hora de hacer un plan de vida es recomendable hacerlo por escrito, ya que nuestro cerebro es muy visual y necesita tener proyecciones de ese esquema que nos oriente en situaciones de confusión o estrés.
2- Debe ser flexible: Aunque debemos tenerlo presente cuando nos ocurren experiencias o situaciones difíciles de superar, también está sujeto a cambios, ya que nadie conoce lo que puede pasarnos en el futuro. Además, de ser una virtud, el adaptarse a lo que nos vaya ocurriendo en la vida sin perder, el enfoque en las metas principales.
3- Análisis personal y autobiográfico: anota en un papel quién eres desde una perspectiva objetiva, es decir, fecha de nacimiento, limitaciones físicas si las hay, las redes de apoyo como amigos y familiares, empleo, en definitiva, los aspectos que componen tu vida de manera personal, profesional y social.
4- Valores éticos: qué consideras que es tu filosofía, valores, ideologías, creencias o cualquier tipo de pensamientos que te definen como propios y únicos de tu persona.
5- Recursos: medios y materiales que tienes a tu alcance o que necesitas para conseguir lo que te propones.
La autora es Psicóloga mención Clínica.
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