Hoy en día,
cuando nos sentimos mal físicamente acudimos al médico, dejamos que nos revise
y nos dé un diagnóstico, también nos recomiendan acudir al menos una vez al año
a un chequeo general o especializado, como el dentista u oftalmólogo; aun
cuando no tengamos un problema grave, simplemente para prevenir; eso nos parece
tan normal que lo hacemos sin cuestionarnos, nos sometemos a tratamientos
farmacológicos, hacemos chequeos de rutina para saber si estamos bien, llevamos
a cabo medidas preventivas y todo esto desde una gripe hasta para complicaciones
más severas.
Desafortunadamente
nuestra actitud hacia la salud mental no es la misma, por lo que existen
prejuicios y falsas creencias en relación a visitar al psicólogo, los
problemas que podamos tener respecto a nuestro estado de ánimo,
pensamientos y actitudes creemos que podemos resolverlas por nosotros mismos y
que un tratamiento de ese tipo sólo es para quien ya se considera “loco” o
quien atraviesa problemas fuertes de conducta, así mismo existen ideas
relacionadas a la psicoterapia que limitan a la persona a asistir a una, desde
que no es necesario, que lo emocional se cura con el tiempo, que un amigo puede
ser de la misma utilidad, que sólo son para los..… en fin, una gran cantidad de
ideas que sólo se basan en el desconocimiento de lo que realmente es la terapia
psicológica.
Los
tratamientos psicológicos no son sólo para aquellos llamados “locos”, así como
las tratamientos médicos no son sólo para enfermos crónicos; los tratamientos
psicológicos pueden ser útiles tanto de forma preventiva como terapéutica
curativa. Así, nos ayudan a mantenernos en bienestar a pesar de los constantes
cambios que sufrimos día con día, tanto sociales, culturales, ambientales,
laborales y personales, los cuales nos
hacen muy propensos y vulnerables a dificultades emocionales.
Debemos saber
que ir al psicólogo es tan cotidiano como acudir al ginecólogo y aunque no lo
parezca, es muy necesario. En la actualidad la sociedad cambia constantemente y
las dinámicas en la que nos desvolvemos implican mucho estrés, dispersión o
ansiedad.
La salud
mental es primordial en nuestro diario vivir, se trata de cómo sobrellevamos
nuestros problemas, cómo nos relacionamos con la gente que nos rodea y la
importancia de estar bien con nosotros mismos para ser capaces de tomar buenas
decisiones. Nuevos estudios revelan que acudir al psicólogo una vez al año
ayuda a prevenir síntomas comunes de la vida cotidiana, actitudes desde el
interior al exterior, mejorando notablemente nuestra calidad de vida.
Muchas personas podrían sentirse
avergonzadas de ir a consultar con un psicólog@ y con temor a ser juzgados;
pero no te sientas mal, tú decides que tan público lo haces; la importancia
finalmente no radica en pensar en lo que dirán, sino en estar seguros que
estamos haciendo un bien para nosotros mismos. Por
tanto, acudir a terapia es
un acto de inteligencia y de valentía, ya que en muchas ocasiones la persona que necesita ayuda no es
consciente de que tiene el problema o evita afrontar la realidad. Muchas
personas desconocen aún en qué momento deberían pensar en acudir a un
psicólogo, sobre todo por las falsas creencias sobre qué es la psicoterapia y a
quién va dirigida.